Nissan Sentra: un producto tradicional que sabe reinventarse
Es uno de los modelos tradicionales de la firma japonesa, ejemplar que desde 1982 forma parte de su catálogo y que al menos en nuestro país se le recuerda con mucho cariño. Y en este octavo episodio destaca la generosa dotación de seguridad, uno de los argumentos que más pesan frente a la competencia.
Nissan está empeñada en actualizar su line up y convertirlo en una de las propuestas más interesantes del mercado, y estos últimos lanzamientos le otorgan el impulso necesario para cumplir ese objetivo. Pero aún faltan actualizaciones por agregar, porque no basta solo con modernizar la oferta de sedanes, ya que al final de cuentas son los SUVs los ejemplares con mayor participación comercial.
Volviendo al Sentra, nombre que por supuesto nos resulta familiar, podemos decir que se trata de una de las mejores generaciones que nos ha brindado este producto, junto a esa inolvidable unidad B12 que brilló en los noventa en las calles y en el autódromo, cuando el importador de turno le dio el vamos a la monomarca Nissan Sentra; casi todas las fechas se disputaron en el autódromo Las Vizcachas.
El nuevo Sentra se produce en la planta de Aguascalientes, México, presentándose ante los espectadores con un diseño exterior deportivo y aerodinámico (Cx 0,27), arquitectura en la que destaca la proa equipada con la parrilla V-Motion. Otro detalle que llama la atención es que el techo parece removible, lo que por supuesto es solo un efecto visual ya que está conectado sobre unos pliegues angulares, componentes que luego se transforman en los hombros de la carrocería.
Mide 4.640 mm de largo, 1.815 mm de ancho, 1.455 mm de alto y cuenta con una distancia entre ejes de 2.710 mm; estas cotas expresan un aumento de 15 mm en la longitud y de 10 mm en la entrevía. Es un buen tamaño para un sedán de corte familiar, ámbito en el que por supuesto se valoran esos 466 litros de capacidad de carga.
En el habitáculo la deportividad está presente en buena ración, con soluciones funcionales, ergonométricas y audaces, entre las que por supuesto no podemos olvidar los difusores de aire inspirados en el bólido GT-R y el volante con borde inferior plano D-Shape. Se puede optar por un clúster de 4,2 o 7”, dependiendo de la versión, y en cuanto a conectividad la oferta de pantallas táctiles también es doble, con monitores de 7 u 8 pulgadas.
Tal como lo anticipamos, la seguridad es el fuerte de esta nueva generación, en la que tomando como referencia el nivel tope de gama podemos hallar Alerta de Punto Ciego, Alerta de Tráfico Cruzado, Alerta de Colisión Frontal, Frenado Inteligente de Emergencia con Detección de Peatones, Monitor Inteligente de Visión Periférica, Sistema de Detección de Objetos en Movimiento, Control de Velocidad Crucero Inteligente, Intelligent Lane Intervention, Intelligent Drive Alertness y High Beam Assist, entre otros dispositivos. De manera estándar, en todas las unidades, se ofrecen frenos ABS+EBD, sensores traseros, asistencia en pendientes, seis airbags y control de estabilidad.
Las cuatro versiones se identifican con los niveles de equipamiento Sense, Advance y Exclusive, solo pudiéndose optar por un motor gasolinero de 2.0 litros que produce 145 CV y 196 Nm de torque, bloque que puede estar asociado a una transmisión manual de seis velocidades o un confortable conjunto del tipo CVT. La lista de precios parte en $14.590.000, y sus principales antagonistas son el Mazda3 Sedán, Toyota Corolla, Hyundai Elantra, Kia Cerato y MG6.