Mercedes-Benz Clase C: una receta infalible desde hace cuatro décadas

En cinco generaciones este ejemplar se ha convertido en uno de los máximos exponentes de su distinguida marca, una historia de éxitos que comenzó a escribirse en 1982 con el estreno del W201, más conocido como 190.  

A propósito del arribo a nuestro país de la quinta generación del Clase C, repasaremos brevemente algunos capítulos de su historia. En diciembre de 1982 la firma alemana presentó el modelo W201, 190 para los compradores, un ejemplar compacto para su época y de cierto modo alejado de la exuberancia propia de la marca que lo creó.

El 190 y más tarde la variante deportiva 190E fueron muy bien recibidos por los clientes habituales de la marca, e incluso por los jóvenes conductores que nunca antes habían fijado su atención en la estrella de tres puntas. Y refiriéndonos específicamente al 190E 2.3-16V, este se anotó varios récords de velocidad y distancia, uno de ellos en 1983 en el circuito de Nardo (Italia), escenario donde corrió durante ocho días -casi sin interrupciones- hasta cubrir 50.000 kilómetros a un promedio de 250 km/h; estaba claro que el constructor germano confiaba a ojos cerrados en sus capacidades.

Pero lejos de los autódromos el cariñosamente apodado “Baby Benz” se vendía como pan recién salido del horno, llegándose a producir casi dos millones de unidades hasta finales de 1993, momento en el que se anunció el estreno del Clase C… un más que digno sucesor. Ese nuevo ejemplar recibió la codificación W202, y como parte del plan comercial el citado modelo comenzó a ofrecerse con carrocería Station Wagon, además del Sedán por supuesto.

Así comenzó a tejerse la historia del Mercedes-Benz Clase C, catalogado como el máximo referente de su marca en términos de unidades producidas y vendidas, afirmación que avalan esas más de 10 millones de unidades que inundan las calles del mundo, aunque debemos aclarar que en este recuento se incluyen las ventas del W201.

Volviendo al presente, en este renovado Clase C se anuncia una plataforma inédita y replanteadas cotas exteriores, destacando en este sentido esos 65 mm extras de largo, para quedar con 4.751 mm, además de la anchura extendida hasta los 1.820 mm (+20 mm) y la distancia entre ejes que se alza hasta los 2.865 mm, lo que significa un incremento de 25 mm; la altura decreció en 4 mm (1.438 mm).

En el habitáculo ofrece el espacio adecuado para cinco ocupantes adultos, además de un maletero capaz de recibir 455 litros, ventajas que revalidan la presencia de los sedanes en el mercado automotor, ya que en medio de tantos SUVs a veces olvidamos que ese formato no es la única solución a las necesidades de un grupo familiar; un tricuerpo perfectamente puede resolvernos varios problemas al mismo tiempo.

Entre las innovaciones tecnológicas, que en esta marca se cuentan por docenas, podemos destacar el sistema de conectividad MBUX de segunda generación, al que se accede mediante una enorme pantalla de 11,9” ubicada de manera vertical en el centro de la consola, junto al cuadro de instrumentos, también digital y configurable, que se despliega en una superficie de 10,25”; el tablero en forma de “T” y un hermosamente diseñado volante completan la vista panorámica de la cabina.

Los dispositivos encargados de la seguridad son muchos, algo que no nos causa sorpresa por supuesto, y si sumáramos esa larga lista estándar a los aditamentos opcionales… sería necesario un capítulo aparte para enumerar todas las asistencias; pero a modo de resumen, el Clase C nos ofrece sistema Pre Safe, nueve airbags y sistema de alerta por cansancio, entre otros ítems.

Las dos versiones anunciadas cuenta con los servicios de un motor turbo gasolinero de 1,5 litros, apoyado por un sistema híbrido ligero de 48 voltios, y todo eso unido a una transmisión 9G-Tronic que envía energía cinética al eje trasero. La unidad C180 nos reconforta con unos erogues máximos de 170 CV y 250 Nm de torque, mientras que el C200 hace lo suyo con 204 CV y 300 Nm, cifras que le permite cumplir el 0 a 100 km/h en 7,3 segundos.

El diseño exterior exhibe mejoras que se ajustan a un cambio generacional, no obstante se ha mantenido la esencia de este producto, que como ya lo comentamos desde siempre ha tenido una alta aceptación. Una fórmula conocida y segura no debe modificarse exageradamente, sino que perfeccionarse hasta un punto donde no pierda esas cualidades que la han hecho triunfar; el nuevo Clase C se presenta con precios que parten en los 50 mil dólares, un valor que concuerda con su linaje.