Peugeot 504 Coupé/Cabriolet: dos bellezas creadas por Pininfarina

Estas variantes del 504 debutaron en el Salón de Ginebra en marzo de 1969, una dupla creada en los estudios de Pininfarina y que estuvo presente en el catálogo de Peugeot por casi 15 años, tiempo que les bastó para convertirse en dos ejemplares de culto.

Estos hermosos Peugeot se mantuvieron vigentes desde 1969 hasta 1983, momento en el que la casa felina decidió sacarlos del line up para darle cabida a productos con mayor alcance comercial, porque si bien estas siluetas especiales del 504 le otorgaban cierto glamour al mentado modelo, sus ventas no eran precisamente altas por lo que su permanencia en el mercado tenía una fecha de vencimiento.

Pero fueron casi 15 años muy bien aprovechados, porque en el instante mismo de su develación los ojos de miles de interesados se clavaron en ellos, atraídos por unas carrocerías hermosas hasta la médula y cuya fisonomía presentaba más rasgos italianos que franceses; no podía ser de otra forma, ya que la mano de Pininfarina estaba presente en cada centímetro de metal.

Entre las curiosidades que podemos citar, es que el Chevrolet Camaro sirvió de inspiración para diseñar la vestimenta de estos 504, sobre todo del Coupé, porque se buscaba crear una arquitectura con los siguientes elementos: pilares C inclinados hacia la zaga, un vano frontal extenso que permitiera montar un motor de gran tamaño, y una equitativa repartición de ambos voladizos. Quién lo diría… ese traje al estilo italiano fue hecho para los franceses y apoyándose en una idea estadounidense.

Esa línea de tiempo que podemos denominar como la segunda etapa de la “Belle Époque” parisina estaba en pleno apogeo, y esos dos nuevos Peugeot, que poco tenían que ver con la berlina 504 que se había presentado un año antes, no tardaron en derretir el corazón de los amantes de la buena vida, personas con cierto poder adquisitivo, ese tipo de usuario que busca un automóvil para proyectarse en él… y no tanto como un medio de transporte.

Estas unidades especiales eran 190 mm más cortas (4.360 mm en total) que la variante de cuatro puertas de la que derivaban, un padre que también tenía algo que presumir ya que fue elegido European Car of the Year a los pocos meses de su debut (septiembre de 1968); la berlina 504 fue toda una celebridad y se produjo hasta 2010 en una pequeña fábrica de Nigeria.

Volviendo a las creaciones de Pininfarina, estas se movían merced a la acción de un motor de cuatro cilindros y 1.796 cc, un bloque equipado con inyección directa de combustible y del que se obtenían 103 CV a 5.600 rpm; podían correr a 175 km/h. La transmisión era manual sincronizada de cuatro velocidades y con palanca al piso, mientras que el sistema de frenos consideraba discos en ambos ejes.

Este citado motor de 1.8 litros se mantuvo como la única opción disponible hasta 1974, cuando se sumó un potente bloque V6 alimentado mediante carburador que ofrecía un desplazamiento de 2.664 cc y del que brotaban 136 CV a 5.750 giros por minuto; podía unirse a una transmisión mecánica de cuatro marchas a un conjunto automático equipado con convertidor de torque de tipo hidráulico, caja que un año antes ya podía solicitarse con el bloque más pequeño.

Este motor V6 fue el más apreciado por los compradores, era que no, porque permitía sobrepasar los 189 km/h de velocidad máxima y desde sus gargantas exhalaba un excitante sonido. Fue un desarrollo conjunto entre Peugeot y Volvo, y sus cualidades técnicas también fueron explotadas por Renault.

Iniciando los ochentas el motor V6 reemplazó la línea de carburadores por un sistema de inyección K-Jetronic que le permitió sumar 8 caballos a la receta, para alcanzar así 144 CV a 5.500 rpm; no era un gran aporte pero su efecto se notaba en el rigor de la carretera.

El Coupé más pesado de la familia era el V6, el que registraba 1.615 kilos sobre la báscula, y el más liviano de la camada era el Cabriolet con motor de cuatro cilindros, que pesaba 1.235 kilos. Estructuralmente ambos ejemplares son notables, porque la carrocería es tipo monocasco, pero en el caso del descapotable hay que reconocer que se realizó un excelente trabajo de ingeniería y puesta punto, porque los tester de la época nunca que se quejaron de pandeos o de excesiva flexión en las curvas… esa virtud no es fácil de lograr incluso ahora.

Para cerrar esta historia es importante recordar que el Peugeot 504 en su variante Coupé fue homenajeado mediante el prototipo e-Legend, presentado en el Salón de París en 2018. Pese a los muchos apasionados que pedían incluirlo en el catálogo comercial de la marca, mediante una campaña en la que se reunieron miles de firmas, ese proyecto nunca pasó a la producción en serie. Fue una verdadera lástima.