Hyundai i20 Turbo: un nuevo motor para endulzar la receta

La firma surcoreana continúa sumando nuevos modelos a su catálogo, y esta vez el recién llegado es una variante del i20 equipada con un animoso impulsor turbo gasolinero de 1.0 litros que produce 118 CV.

En abril del presente año fuimos testigos de la renovación del Hyundai i20, un hatchback perteneciente al segmento B y que se presentó con una apacible pero eficiente motorización de 1.368 cc que ofrece una potencia máxima de 99 caballos; un erogue discreto pero lo suficiente para las exigencias que debe enfrentar el citado modelo.

Claro que en el árbol genealógico del i20 existen otras alternativas, como esa veloz unidad i20 N que ostenta una planta motriz de 201 CV, credencial que lo inscribe sin mayor preámbulo en el club de los “hot-hatch”. Y en una página muy distinta está el i20 Turbo, una alternativa intermedia que cumple de un modo respetable las expectativas de los amantes de la deportividad… sin exagerar, pero da el ancho.

El Hyundai i20 Turbo está provisto con un motor gasolinero tricilíndrico de 998 cc del que se obtienen 118 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 172 Nm en un rango que oscila entre las 1.500 y 4.000 vueltas por minuto; solo se puede optar por una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades (7DCT).

La suspensión es de tipo McPherson en el eje delantero y de puente rígido con barra de torsión atrás, esquema que al menos en el papel no difiere del que presenta la unidad de 1.4 litros, pero que claramente fue calibrado de un modo distinto según la poca información que pudimos recoger en la toma de contacto realizada en el Autódromo Internacional de Codegua.

Las dimensiones exteriores son las mismas que las registradas por su hermano menos poderoso, es decir tiene una longitud de 3.995 mm, un ancho de 1.775 mm, una altura de 1.505 mm y una distancia entre ejes de 2.580 mm. En el habitáculo hay espacio suficiente para cinco ocupantes, con las conocidas restricciones para quien viaja en medio de la banqueta trasera, y en el compartimiento de carga admite desde 311 litros.

Por fuera exhibe algunos detalles que refuerzan su esencia deportiva, entre ellos la mascarilla negra que recibe la palabra turbo en letras rojas, el techo también negro brillante independiente del color de la carrocería, y en la zaga se ofrece un llamativo difusor en la parte baja del parachoques; además cuenta con faros principales de ledes y llantas de 16”.

En el habitáculo destaca la pedalera de aluminio y esas aplicaciones rojas que animan el ambiente, concentrándose ese detalle en el cobertor de puertas, volante, butacas y en parte del tablero. El toque tecnológico lo brinda el clúster digital y esa pantalla táctil de 8” que nos permite enlazar el teléfono utilizando las plataformas Apple CarPlay y Android Auto; el cargador inalámbrico para el celular forma parte del equipamiento estándar.

En el ámbito de la seguridad el i20 Turbo no se queda al debe, al menos no tomando en cuenta esos más de 17 millones de pesos que se pagan por él (sin bonos), ya que en la lista se incluye control de crucero, seis airbags, frenos de discos en ambos ejes con ABS+EBD, sensores y cámara de retroceso, control de estabilidad, asistente de partida en pendiente y anclajes Isofix, entre otros ítems.